Las Flores Un agradable fraccionamiento
Por Por José de Jesús Jiménez Vega, La Voz de la Frontera|7 de Marzo

Mexicali, Baja California.- Luchando, como siempre, los profesores han integrado un decoroso conjunto residencial en el que viven apaciblemente, no sin enfrentarse a los problemas cotidianos por los que transita toda la ciudad.

Las vialidades de este pequeño polígono urbano llevan por nombre los de Azucena, Petunias, Hiedras, Madreselva, Begonia, Crisantemos, Damianas y Gladiolas.

Por supuesto, es el fraccionamiento Las Flores, situado en una de las zonas centrales de la ciudad, entre las calzadas Anáhuac y Lombardo Toledano.

Es en verdad un agradable

asentamiento humano

Está radicalmente dividido por el bulevar Lázaro Cárdenas, de manera que una de las secciones, la que se encuentra al norte, es la "B" también conocida como Las Flores-Jardines del Lago, mientras la "A", al sur del bulevar, es llamada Las Flores-Infonavit.

Prácticamente todas las casas de este fraccionamiento han sido objeto de ampliaciones, adecuaciones y remodelaciones, de manera tal que ni las fachadas ni las superficies de construcción atienden a las formas ni a los tamaños originales.

Al paso del tiempo, con empeño, sacrificios y un gusto especial por vivir bien, derivado sin duda de su privilegiado nivel cultural, los residentes han dispuesto lo necesario para convertir al fraccionamiento en un lugar agradable, cálido y colorido en el que, reconocen, llevan una vida apacible.

Hace más de 31 años

En una de las calles de la sección "B" radican dos de los principales líderes actuales del comité de vecinos: el presidente, ingeniero Carlos Rojo, y la tesorera, Rosalía Hernández.

Ella explica que el fraccionamiento se fundó hace más de 31 años, y fue construido con base a las necesidades habitacionales de los maestros de la Sección 2 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Recuerda que las casas las adquirieron a un determinado valor, pero que entre 1980 y 1981 se produjo una crisis económica derivada de una devaluación del peso frente al dólar, incrementándose considerablemente el precio de los inmuebles. Ante tal circunstancia la compañía constructora redujo algunos "conceptos" de construcción, de manera que los equipamientos y los materiales originales fueron descartados en unos casos totalmente y en los más sustituidos por otros de menor calidad.

Eso no constituyó mayor problema para los residentes, unas 250 familias cuyas cabezas son parte del magisterio, ya que al paso del tiempo y sacrificando algo de sus recursos han ido haciendo transformaciones en sus casas a tal grado que algunas son verdaderas mansiones.

"Casi ninguna casa se parece a las originales", mencionó el profesor Fernando Romero, quien vive en una gran casa de esquina y reconoce que le ha invertido bastante para ampliarla y mejorar las condiciones de hábitat.

Recuerda, empero, los problemas que un tiempo se tuvieron por causa de la devaluación, las manifestaciones que los maestros tuvieron que realizar en contra del ISSSTE y hasta del Sindicato -cuyo secretario general era el profesor José Estrada--, debido a que la constructora descartó accesorios que se habían contratado tan importantes como calentadores de agua y sistemas de refrigeración, etcétera.

"Por fortuna logramos algunas cosas", expuso.

Respecto al origen del nombre ningún residente tuvo una respuesta concreta.

Sin embargo, dijo el profesor Romero, se arregló el tema de la nomenclatura de forma que ninguna de las vialidades llevara el nombre de otra, ya que en la colonia Alamitos, por ejemplo, existen varias calles también con nombres de flores.

Gestiones fructíferas

En efecto, la profesora Rosalía Hernández se muestra satisfecha por los logros del comité de vecinos presidido por su esposo y del que ella es tesorera.

Comenta que las gestiones comenzadas en el 2012 ante el Consejo de Urbanización del Estado, con el objeto de que las vialidades del fraccionamiento -que ya se encontraban sumamente dañadas-fueran objeto de repavimentación integral, han rendido frutos.

Apenas en días recientes las máquinas y las brigadas de trabajadores terminaron la repavimentación de las calles, a las que dotaron de señalamientos y de nuevas placas de nomenclatura.

La inauguración de las obras se llevará a cabo de un momento a otro.

"Todo esto nos hace que vivamos muy a gusto", comenta la profesora, aunque no deja de advertir que allí se sufre el fenómeno de la inseguridad pública que afecta prácticamente a toda la ciudad.

Recuerda que apenas se habían cambiado a esa casa, todavía sin rejas, cuando los amantes de lo ajeno robaron algunas joyas, entre ellas un anillo de graduación del presidente del comité de vecinos.

A últimas fechas le robaron un automóvil a un hijo suyo, aparte de que no faltan los robos de llantas, de baterías, mangueras, y en fin de todo lo que puedan llevarse los "malandrines".

"Necesitamos vigilancia", reiteró la profesora.

"No sólo que pase la patrulla, sino que haya una prevención efectiva", agregó, al recordar que un tiempo pasaba una unidad y los agentes firmaban una bitácora, sin que esto fuese suficiente para espantar a los ladrones.