Ejido Guanajuato
Por Por Laura Elena Aguayo, La Voz de la Frontera|16 de Marzo

Mexicali, Baja California.- Junto a las vías del tren pasando el ejido Puebla, se ve el inicio de los caminos que poco a poco van adentrándose a comunidades que se alejan de la urbanidad, pero que no en todos los casos están exentas de padecer problemas añejos como lo es el ejido Guanajuato, donde los residentes manifiestan por años sus quejas sobre la contaminación que ha sido algo que las autoridades desean ignorar.

Oídos sordos

a la contaminación

"Está muy mal la contaminación de la Siderúrgica, pues nos está haciendo daño, sobre todo del humo que suelta la planta y que es más fuerte a las 6:00 horas y a las 18:00 horas. Nunca se consultó para poner esta planta, a pesar de que se han quejado las personas que viven más cerca de ella", fueron las palabras del señor Raúl Vega, de 62 años, quien tiene toda su vida residiendo en la comunidad y dice que no ha visto que las autoridades vean las consecuencias que en un futuro pueda reflejarse en la salud de las personas.

Algunos residentes del ejido manifestaron que se han tenido que salir de trabajar de este sitio, pues por indicaciones médicas de no hacerlo su condición con malestares empeoraría, ya que refieren escupían sangre. Lo cual atribuyen es debido a los metales que se introducen a las vías respiratorias al laborar dentro de sus inmuebles.

"Los niños cuando se enferman se ponen graves, pues todo lo que respiramos viene de ahí, pues tengo unos sobrinitos de 8, 6 y 5 años que son asmáticos y todo eso también les hace daño", señaló Yolanda Cruz, de 29 años, quien tiene toda su vida residiendo en esta zona donde dice está rodeada de negocios que ponen en peligro inminente a sus vecinos, por las sustancias químicas y gases que se manejan.

Vialidades en descuido

La entrada al ejido, la avenida Guanajuato, se dijo que tiene cerca de dos años que no se repara, llena de baches es más peligroso que andar en terracería, sin contar las temporadas de lluvia en que las calles anexas quedan como lagunas de cuadras enteras.

"También tenemos el problema de la carretera que une al ejido Chihuahua, que tiene tan dañado todo que uno ya tiene que comprar una llanta solo para ir a otro lugar y eso no lo reparan, nos tienen en el olvido", comentó Jesús Sánchez Vizcarra, de 32 años, quien ve con tristeza como la apatía de los servicios básicos en algunas comunidades en el valle de Mexicali golpean aún más la difícil situación que se vive, sin dejar de lado la delincuencia, pues dice que hasta la ropa que se deja colgada le ha sido hurtada por los amantes de lo ajeno.

Más apoyo al deporte

"El área del deporte está muy abandonada, pues tenemos aquí el Club León Guanajuato de futbol y de beisbol el equipo Felinos y Bravos del Guanajuato, pero no se tienen apoyos para ellos, menos con eso de que se cerró la Junta de Mejoras desde hace dos años. Yo era el presidente del Comité Deportivo del ejido hace tres años cuando se acabó todo el apoyo y la junta de mejora dejó de vender porque nos tienen invadidos los expendios", aseguró Raúl Pérez, de 50 años.

Al ver las condiciones en que se tiene la Junta de Mejoras, se pudo constatar que el tiempo ya ha dañado sus instalaciones y uno que otro ha intentado violar una de sus puertas de metal para hurtar lo poco que queda del mobiliario.

Piden más apoyo e

inspección a escuelas

Por la pérdida de tiempo y peligro que dicen corren los niños en la primaria "Gervasio Mendoza", se tiene la queja de madres de familia, quienes dicen se tiene una mala actitud por parte de los docentes de este plantel educativo, pues afirman que recurrentemente los lunes y los viernes es clásico que se regrese a los niños de la primaria por suspensión de clases sin previo aviso.

Además de la preocupación que se tiene en el turno de la tarde, pues refieren que ante la poca atención y vigilancia de los maestros el bullying es algo común, por lo que con raspones y golpes, los niños tienden a llegar a sus hogares, dejando la incertidumbre en sus preocupadas madres que señalan como directora del plantel a Patricia Iñigo.

Pero no todo es quejas y dolores en el ejido, pues a pesar de esto sus residentes desean conservar un sentido de pertenencia, solicitando el apoyo de su diputado local, Alberto Martínez, Ayuntamiento y Estado para poder así contar de nuevo con los tiempos en que la seguridad, el deporte y la tranquilidad reinaban en la comunidad donde solo se ven los letreros gastados de la propaganda electoral que dicen les tiene cansados por las falsas promesas.