Caen dos pescadores furtivos
Por Laura Elena Aguayo, La Voz de la Frontera|4 de Mayo

En el marco de las intensas labores para detener la pesca furtiva de totoaba en el Alto Golfo de California, ayer se anunció por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) la detención de dos pescadores furtivos de totoaba o llamados "totoaberos".

Dicha detención se logró con el apoyo de la Secretaría de Marina (Semar) y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conaspesca) en la zona de la bahía de Calamajué, donde según el informe oficial se encontró a dos personas a bordo de una embarcación y en posesión de dos cabezas y dos pechos de especie protegida, además de contar en su cargamento con seis bolsas con callo de escarlopa.

Los datos oficiales de la Profepa refieren que en lo que va del año el aseguramiento ha sido de 238 buches de totoaba, 121 artes de pesca y 18 lanchas, añadiendo a esto el aseguramiento de ocho personas que fueron puestas a disposición del Ministerio Público Federal por la extracción ilegal de totoaba.

La Procuraduría de Protección al ambiente señaló que la ubicación de estos detenidos fue aproximadamente a 230 kilómetros al sur de San Felipe, quienes se encontraban a bordo de una embarcación tipo reformeña, marca Vega, de 25 pies de eslora, la cual traía rotulada la matrícula 0201318613-8, de nombre "La Reyna", con datos que corresponden al permiso de pesca 1020309930917, el cual está vencido, siendo remitidas estas personas, el producto y la embarcación a Mexicali, para ser puestos a disposición del Ministerio Público Federal.

Acciones a favor de protección de vaquita marina

Estas recientes detenciones y aseguramiento de quienes se han visto involucrados en la caza furtiva de la totoaba macdonaldi han sido parte de las acciones a favor de la recuperación de la vaquita marina, para lo cual se han intensificado las labores de inspección y vigilancia, a fin de acabar con uno de los principales riesgos para esta especie: La pesca furtiva de totoaba.

Esto incluye la ampliación del polígono de protección en el Mar de Cortés; la suspensión temporal de la pesca comercial mediante el uso de redes de enmalle, cimbras o palangres; compensaciones económicas a los pescadores de la zona; el reforzamiento de inspección y vigilancia de la región, además de impulsar el uso de nuevas artes de pesca.