Taxistas celebran su día al volante, trabajando
Por Mayte López, La Voz de la Frontera|7 de Mayo

Con una mano al volante, otra sobre la palanca de velocidades, sus pies en los pedales, su vista al frente y una actitud positiva, Mario Montoya Monroy es un taxista de apenas 22 años y desde hace nueve meses se dedica a trasladar de un punto a otro de la ciudad a los mexicalenses.

Al marcar el reloj las 7:00 horas, inicia una jornada laboral de doce horas que le permite sostener económicamente a su familia, integrada por un hijo de apenas 3 años y su esposa, dedicada al hogar.

Siempre sonriente y con el debido respeto que le merecen sus pasajeros, el ruletero circula por las principales vialidades de la capital del Estado en busca de personas que por necesidad, prisa o cualquier motivo requieren un servicio de taxi, haciendo sonar su claxon para alertar a los transeúntes de que es un taxi libre.

Mario es un joven padre de familia que por complicaciones económicas se vio forzado a abandonar sus estudios en Gastronomía que cursaba en una Universidad privada y por azares del destino decidió rentar un taxi para trabajar.

Un día común

Con un radiocomunicador conectado a la base de la línea de taxis a la que pertenece Mario, ubicada en la calle Perú, además de los servicios de traslado que realiza durante su jornada laboral, cumple con asignaciones a domicilio.

Pasadas las 10:00 horas, una persona solicita a la base servicio de taxi. Asignan la unidad 227, que es la que por 550 pesos al día renta el joven para poder trabajar y obtener ganancias, las cuales registra en una bitácora especializada que les otorgan en la empresa.

"En cuanto me dan mi primer servicio, ya sea en la calle (levantar en vialidades) o de base, acudo al domicilio, recojo al o los pasajeros y habilito el taxímetro que marca el kilometraje recorrido y el costo por el mismo", señala.

Mario dice que la funcionalidad del taxímetro se plasma a través de las distancias recorridas, ya que por cada 200 metros de ruta este instrumento cobra alrededor de 1.40 pesos, precios que los usuarios de taxi pueden comprobar, pues al momento de iniciar el recorrido también se inaugura el conteo.

"No tenemos un sueldo base, pagamos la renta de la unidad que conocemos como alquiler y son 550 pesos por una jornada de doce horas, porque son dos choferes por taxi y a ese monto le sumamos el gasto por concepto de la gasolina que se consuma, lo que vienen siendo como mil pesos al día de inversión".

El taxista manifiesta que las ganancias de un ruletero dependen de los servicios que se giren durante las doce horas en que opera cada chofer, por lo que es difícil en promedio estimar ese dato, no obstante un día bueno puede llevarse más de 400 pesos alternos a la inversión hecha al inicio de su jornada.

Algunos de los factores que repercuten negativamente una jornada laboral de los taxistas es precisamente la falta de clases, los días festivos o aquellas fechas en las que la población no tiene necesidad de acudir a las escuelas, a las empresas o a sus centros de trabajo.

"Todo es proporcional, en sí las personas que más solicitan el servicio son las de la tercera edad porque tienen mayores dificultades para trasladarse y una de las áreas que más pasaje se levanta en las mañanas es por Villas del Rey y en el primer cuadro de la ciudad, después de las 2:00 de la tarde es excelente para los taxistas", asegura.

Pocas prestaciones

El ruletero afirma que como renteros no cuentan con ninguna prestación relacionada con servicios médicos, pero sí tienen incentivos diarios por parte de la empresa a la cual alquilan la unidad de transporte, como merecer un día el taxi sin pago de renta si se trabaja el descanso.

"Los taxistas somos la opción de la ciudadanía que lleva más prisa por llegar a algún sitio en particular. No manejamos mal, sino acelerados, nosotros ganamos más si hacemos más servicios al día y entre más avancemos más recurso llevamos a nuestro hogar".

Son honestos

Una maestra de primaria a quien Mario trasladó de la colonia República Mexicana hacia otro punto de la ciudad, durante el trayecto del viaje relató que los taxistas son de los servidores más honestos que se tienen hoy en día y en quienes las personas depositan sus más grandes miedos y logros.

"Si no existieran los taxistas considero que habría más gente desquiciada; son personajes que sin querer a través de la historia se fueron colocando en un sitio prodigio, pues son los terapeutas que además de que nos llevan a nuestros destinos en el día o por la noche, se dan el lujo de escuchar a sus pasajeros y en ocasiones hasta de aconsejar".

Negocio de terceros

Ignacio Fermín Vega González, representante ante el Consejo Municipal de Transporte de las empresas de Radio Taxi en Mexicali, añadió que en la compañía actualmente colaboran 486 radiotaxis de un universo total de 983 permisos existentes en Mexicali.

La diferencia restante de unidades de transporte por concepto de taxis se acomoda en sitios tradicionales y las rutas, en tanto once empresas de radiotaxis operan en la capital del Estado al servicio de los usuarios que así lo requieren.

"Cualquier persona puede hacer una solicitud para obtener un permiso de taxi, pero al menos en Mexicali son cuestiones más políticas que operativas. Ya son 20 años que en la ciudad capital no se ve la salida de un nuevo permiso de tal índole, mientras en otros Municipios hay más de 7 mil permisos", expuso.

A consecuencia de ello, agregó, la demanda del servicio conforme al crecimiento demográfico de la ciudad cada vez es mayor y derivado de esto último, la renta de las placas se ha encarecido, cuestión que ha perfilado un problema complejo.

"Hasta a las empresas nos rentan los permisos y eso es lo que por 20 años hemos discutido ante las autoridades; los radiotaxis nacen en la década de los noventa y comenzaron a operar por medio de permisos ya expedidos que oficialmente fueron rentados y a la fecha seguimos alquilando a terceros", concluyó Vega González.