Mexicali, Baja California.- Casi en el centro de los asentamientos humanos de más reciente creación ubicados en el extremo poniente de la capital bajacaliforniana, una colonia popular fundada hace apenas unos 30 años transita hoy luchando contra problemas urbanos, económicos y sociales que, a juzgar por la voluntad, la disciplina y el carácter de sus habitantes, habrá de resolver con éxito en un futuro no muy lejano.
Se trata nada menos que de la colonia Nacionalista, lugar donde puede advertirse una dinámica comercial que habla muy bien de la iniciativa empresarial de sus habitantes, muchos de ellos agobiados por el signo de las necesidades económicas emblemáticas de la actualidad no sólo en Baja California, sino muy señaladamente en el interior del país.
Aunque una considerable parte de los habitantes cuenta con documentos migratorios que les permiten trabajar en Estados Unidos, percibiendo ingresos decorosos que luego hacen rendir en Mexicali, advirtiéndose esto ya en las características de sus casas, ya en su desenvolvimiento social, lo cierto es que la mayoría tiene que levantarse temprano y trabajar intensamente en la geografía mexicalense con el fin de allegarse los recursos que requiere para la manutención de su familia.
En esta colonia radican personas con habilidades para una serie de oficios, que van desde la albañilería -en sus más diversas vertientes-, pasando por la plomería, la carpintería, la tintorería y hasta la sastrería, desarrollando las que participan con decoro y voluntad en el mejoramiento económico y social de su hábitat.
La Nacionalista se encuentra rodeada por numerosas colonias. La mayoría de éstas comparten los mismos nombres de las calles, por cierto en muchos casos extraños con relación al origen de los asentamientos.
Llevan los nombres de países lejanos, muchos de ellos europeos, aunque hay algunos muy coherentes con la colonia, como Federalismo, Identidad, Soberanía, Reforma Agraria, Nacionalismo, Patriotismo y Revolución.
La calle o calzada Yugoeslavia es el andador comercial por excelencia. Constituye la columna vertebral de prácticamente todas las colonias situadas en el extremo poniente citadino y allí pueden verse los más variados giros comerciales que pueda imaginarse el lector, pues van desde la venta de tacos de carne asada, pasando por tiendas y consultorios veterinarios, hasta chatarreras que reciben múltiples metales cuyo origen no es del todo claro en la mayoría de los casos.
El crucero de Yugoslavia con Checoslovaquia es proverbial, ya que esta avenida, que en el oriente comienza en la calle Heroico Colegio Militar -donde se encuentra el plantel "Baja California" del Colegio de Bachilleres- constituye el acceso por excelencia y hasta la ruta de taxis es denominada coloquialmente "Checos". Aunque la colonia es eminentemente popular, un taxista nos comenta que "no hay mucho pasajero".
En los postes pueden verse anuncios en los que se ofrecen los más variados servicios propios de los oficios que ya hemos mencionado. No falta la propaganda política y en algunas calles resalta el cartel de la conocida comunicadora Triny Vaca, que contiende por una de las curules federales.
Por cierto, esta colonia tiene su origen en las campañas políticas muy ceñidas al Partido Revolucionario Institucional y hace unos 30 años la señora Martha Elva Pino Valenzuela, reconocida activista de éste, fue una de las más intensas promotoras. Nos comentan que la movía un acendrado sentimiento de apoyo social a los necesitados.
Aunque esta promotora del desarrollo social dejó de existir el año pasado, su hija Dennise Rendón Pino continúa la tradición y aún se hacen reuniones de trabajo comunitario en su residencia de la avenida Checoslovaquia, cuyo exterior luce imponentes emblemas del histórico y competitivo tricolor.
El colmo de este hábitat es la deplorable condición en que se encuentra la calle que lleva precisamente el nombre de la colonia: Nacionalista. En palabras de un vecino dedicado a la albañilería "esta calle no le pide nada a la Luna", en referencia a las patéticas características orográficas de la vialidad, carente de pavimento, pero tupida de pendientes y hoyancos.
Por otra parte, en general el alumbrado público "brilla por su ausencia".
Dennise Rendón Pino comunica que ya se está tramitando la pavimentación de esa y de otras calles y que en un futuro no lejano la imagen de la colonia en ese sentido será muy diferente.
Dennise nos refiere que la primera de las calles de la colonia, al norte, es la Revolución y que la última, al sur, es la República Mexicana, en tanto el límite al oriente sería la calzada Luis Echeverría y al poniente la calle Yugoeslavia.
La Yugoslavia
Como hemos dicho, la calle o calzada Yugoeslavia es el andador comercial por excelencia en esta colonia y de hecho divide a varios asentamientos humanos.
Por ejemplo, en la esquina suroeste, donde comienza hacia el poniente la colonia Gazca, se encuentra una filial de la taquería de carne asada que hace más de 50 años fundó el señor Víctor Mendoza en avenida Baja California y calle San Quintín, en la colonia Baja California.
El comercio es atendido por Víctor Alonso Mendoza, apoyado por una guapa empleada, Dayana González.
"Aquí acabamos de empezar, pero el negocio lo comenzó mi abuelo hace más de 50 años", comenta orgulloso el joven, mientras atiende a dos damas que le han pedido sendos tacos.
"En la mañana no tenemos mucha clientela, pero en la noche hay bastante", añade.
Frente al establecimiento de carne asada, en la esquina sureste, en el comienzo de la colonia Nacionalista, José Pacheco se encuentra atendiendo la caja de la veterinaria y granero Del Sol, de donde es supervisor.
Confiesa que no vive allí, pero que con el paso del tiempo ha ido conociendo a la clientela, que es numerosa y muy fiel.
"Afortunadamente hemos tenido sólo dos asaltos", comenta, aparentemente haciendo referencia a que la zona es de riesgo ante la proliferación de la delincuencia. Sin embargo, añade, hay gente de la colonia que defiende al negocio, "que nos conocen y nos respetan".
Menciona que el mayor consumo es para alimentación y la salud de mascotas como perros y gatos, pero que también vende ratas para alimento de pitones, ya que cuenta con uno que otro cliente que cuenta con esas mascotas exóticas.
Las ratas, dijo, también son solicitadas por alumnos de la licenciatura en Psicología, ya que de acuerdo a lo que le han dicho, estos animales tienen una serie de características, sobre todo en el comportamiento, parecidas a las de los humanos.
En ese lugar se vacuna y se esteriliza a las mascotas y contra la rabia la vacuna es gratis.
Hace 30 años
Para nadie es un secreto que ya el calor comienza a hacer estragos y que para enfrentar el duro trabajo de la albañilería es necesario soportar las intensas temperaturas con el auxilio de las infaltables "caguamas" y/o de los "caguamones".
Javier Gutiérrez, quien trabaja en la obra, adquiere un "caguamón" en una tienda de la descuidada calle Nacionalista, mientras recuerda que hace aproximadamente 30 años, cuando él era niño aún, sus padres compraron un lote en esta colonia en la que reside, esto con el apoyo y a instancias de doña Martha Pino.
Nos guía hacia la avenida Checoslovaquia, donde Martín Roberto Romo, un mecánico reconocido en la colonia y Sergio Torres, experto albañil, intercambian algunas impresiones, mientras el segundo trabaja apuntalando un cimiento.
Ambos lamentan que doña Martha Pino haya muerto el año pasado.
Y cuando llegamos con Dennise, la hija de doña Martha, ésta recuerda con nostalgia los tiempos en que "aquí no había nada".
"Yo tenía 4 años de edad; había muchas cruces, no había nada más", reitera.
Y menciona que ella continúa haciendo reuniones con algunos de sus vecinos, con quienes ahora lucha por mejorar las condiciones en que se encuentra la colonia.
Muy cerca está la oficina de la Policía Municipal, donde una guapa agente declina hacer comentario alguno, remitiendo a los periodistas al área de "Vinculación".
Y compartiendo el mismo terreno, allí se encuentra el Centro de Desarrollo Humano Integral, donde en los momentos en que llegamos no se encontraban los directivos, pero Gloria Carlón Olivas, una amable empleada de mantenimiento, nos atiende hablando con entusiasmo de los cursos que allí se imparten para la superación de los usuarios.
Muchos de los cursos, la mayoría de los cuales tienen que ver con el aprendizaje de oficios productivos, son gratuitos.
Son parte del esfuerzo por salir adelante que hacen los residentes de la Nacionalista, evidentemente una colonia "luchona".