HOTEL DEL NORTE
Por José Mercado, La Voz de la Frontera|23 de Junio

Mexicali, Baja California.- El Hotel del Norte es un inmueble que une al Mexicali de ayer con el presente, donde el tiempo ha quedado atrapado por un momento en una galería de fotografías históricas y dibujos que evocan una nostalgia, en donde la leyenda nos dice que el tiempo pasado se revive en una noche de erotismo y romance de figuras etéreas.

Está ubicado a solo 70 metros de la garita internacional y a 60 años de tiempo y distancia. Iniciaron su construcción en 1948 y lo terminaron en 1951 y su estructura, inicialmente de tres niveles con un sótano, es una verdadera muestra de la historia de Mexicali, donde se funden los orígenes de una ciudad que floreció en su economía a la sombra de la prohibición en los Estados Unidos.

El inmueble presenta un estilo clásico contemporáneo que da la bienvenida a los visitantes. Pese a que fue construido en la primera mitad del siglo XX, aún conserva su misma arquitectura tipo funcionalista. En 1960, por necesidades de mercado, al Hotel del Norte le levantan un piso más para llegar a los cuatro que tiene actualmente.

En ese hotel se planearon historias políticas de carácter nacional, pues en sus habitaciones llegaron a hospedarse Presidentes de México como el general Lázaro Cárdenas del Río, aquel que dotó de tierras a campesinos del valle de Mexicali, que no tenían otra alternativa que ser empleados de los terratenientes como la Colorado River Land Company.

También estuvieron el general Abelardo L. Rodríguez, quien antes de ser presidente de México, fue gobernador de esta entidad y de Sonora; Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, quien también defendió el beneficio de los cachanillas con el tratado con el Gobierno estadounidense para eliminar el problema de las tierras nacionales por los excesos de salinidad provenientes del Río Colorado.

En las habitaciones del Hotel del Norte también se hospedaron artistas de la talla de Pedro Infante o el creador de "Allá en el Rancho Grande", Tito Guízar; actores de carácter como Pedro Armendáriz; comediantes como Mario Moreno "Cantinflas" o Germán Valdez "Tin Tan" y el erotismo en bailes afroantillanos interpretado por Yolanda Montes, "Tongolele".

Cantantes del nivel de José Alfredo Jiménez, el "Gallo Giro" Luis Aguilar y Eulalio González, "Piporro"; doña Lola Beltrán, Antonio Aguilar; actrices internacionales como la argentina Libertad Lamarque, comediantes de la calidad de "Viruta" y "Capulina" y hasta enigmáticos como "El Santo Enmascarado de Plata", entre otros.

Un ejemplo de reminiscencias

Por su historia, el Hotel del Norte fue inscrito en el catálogo nacional de monumentos históricos inmuebles de Baja California por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y en las referencias especifica que el edificio conserva su estructura, pero ha sido remodelado cuando se le agregó un nivel, el elevador cambió la escalera y se le modernizó la fachada.

Su estructura es un ejemplo de reminiscencias ubicado ahora en el corazón de la ciudad. Los bordes de las ventanas del edificio le dan un aspecto singular y de paso ayudan a disminuir el asoleamiento de las recámaras. La unión de los muros de sur y oeste se desvanece en una esquina redondeada que abarca la altura total del edificio.

Del edificio, la primera estructura, es decir, los tres primeros niveles, se levantaron a base de concreto reforzado y el último nivel, construido en 1960, lo realizaron mediante muros de block de concreto.

Por las mismas fechas fueron remodelados el vestíbulo y se le instaló un elevador, dicen que fue el primero que conoció Mexicali. Luego acondicionaron en cada habitación un baño, a veces de manera improvisada, ya que originalmente contaba con un área de servicios por cada piso. Fue ampliada el área de restaurantes ubicada en el primer nivel y donde se contempla una amplia perspectiva del contexto. Mientras el exterior muestra un claro lenguaje funcionalista; en el interior presenta algunas reminiscencias de la arquitectura Art Deco, mezclada con el lenguaje de los años cincuenta.

El piso, de terrazo rojo, de la escalera, refleja su imagen en un gran espejo ubicado a espaldas del mostrador, atravesado por una franja oscura donde se dispuso un reloj. Los muros son recubiertos de piedra laja barnizada y a todo esto deberíamos agregarle parte del mobiliario original, sobre todo en el área de habitaciones.

Los añorantes afirman que en el lugar que ahora ocupa el hotel, antes estuvo el bar "El Espíritu de San Luis", mismo que frecuentaron el astro del cine estadounidense, Rodolfo Valentino o el zar del alcohol y las casas de juego en los Estados Unidos, Alphonse (Al) Capone.

Con olores de Francia

Dicen que por las tardes cruzaba la garita de norte a sur una hilera de hermosas mujeres, europeas en su mayoría, de extraordinaria belleza y juventud innegable y a su paso dejaban los olores de Francia, pero cada una con su ficha de identidad, con nombre, domicilio, edad, origen, tipo de sangre, quienes llegaban al "Espíritu" o al "Gambrinus" y se convertían en el gran atractivo.

Mujeres preciosas, de piel de perfumada rosa, elegantes, de pasos cadenciosos cargados de erotismo, pero que lamentablemente no podían abandonar su centro de trabajo sin antes dar aviso a la autoridad para que se les permitiera y, como las cenicientas del cuento, a la medianoche deberían abandonar el territorio para retornar a su lugar de origen y prepararse para la jornada amatoria del siguiente día.

El Hotel del Norte es un gigante viejo, con pasado y presente que evoca recuerdos y deja en el ánimo de quienes lo visitan, el recuerdo de quienes fueron parte importante de una historia en los dos lados de la línea fronteriza. Es finalmente el viejo guardián que da la bienvenida y la cordial despedida a quienes visitan esta ciudad.