Mexicali, Baja California.- ¿Por qué cree que se llama Voluntad? Mire.
Y señalaba, por un lado a una joven mujer equipada con una escoba, despejando cualquier basurita que encontrase en el parque infantil.
Y por otro lado, a otra, que con un recogedor hacía lo mismo.
Y mirando por todos los puntos y semipuntos cardinales se encontraban damas muy activas, dándole "una manita de gato" al lugar en el que cotidianamente van sus hijos a columpiarse, a resbalarse, a disfrutar el airecito del "subi-baja" y en fin, a divertirse, hacer ejercicio y por lo tanto distraerse de las malas y fáciles atracciones que ahora presenta la vida en cualquier parte.
Y ellas mismas acuden, muy temprano, a desarrollar cualquier ejercicio de caminata. Lo hacen al amanecer, antes de irse a la maquiladora, al salón de belleza, a la taquería, a la venta de carne de "cochi", al puesto de ropa usada o al mercado sobrerruedas y en fin, a donde su voluntad las lleva a buscar el pan de cada día para sí mismas y para aquellas personas que también forman parte de su ser por siempre: sus hijos.
La colonia Voluntad, en fin, situada en el extremo sur de la inmensa mancha urbana de Mexicali, la capital de Baja California, exuda en cada movimiento de su gente el significado de la palabra que se prendió con fuerza en la mente de sus habitantes primigenios.
No obstante ser una de las colonias más populares y en la que quizá se carezca de muchas oportunidades para sobresalir, las expectativas futuras no solo no son pesimistas, sino que pudieran pensarse halagüeñas. Tal es el espíritu de los residentes.
El nombre de este asentamiento urbano además es muy congruente con la nomenclatura de sus vialidades. Porque si de la voluntad nace la acción, allí contamos con la Fuente de Diana, una de las avenidas principales en las que puede apreciarse una incipiente, pero dinámica actividad comercial; la Fuente del Sol, la Fuente de la Alegría, la Fuente de Venus y la Fuente de Medusa, de donde fluyen carácter y fuerza y también están las avenidas Ánimo, Bondad, Destreza y Dignidad, cuyos nombres evocan indomables valores del espíritu humano pro positivo y constructor.
La prolongada calle Heroico Colegio Militar, que nació a principios del siglo pasado en el ultra extremo norte del país, junto a la línea internacional, en la zona comúnmente conocida como Pueblo Nuevo, se extiende muchos kilómetros hacia el sur, atraviesa el bulevar Héctor Terán Terán y llega hasta la colonia Voluntad, pasando por el lado oriente de ésta y dotando a sus habitantes de comercios estratégicos, incluyendo la sucursal de una de las multitiendas más famosas de México: la Ley.
La popularmente conocida como "calle Once" llega hasta el Periférico Gómez Morín, donde termina su trazo, pero allende al sur continúa aún esta creciente ciudad con asentamientos humanos de los cuales después daremos debida cuenta.
Son comunidades socio-habitacionales que forman parte de una zona a la que ya se le está llamando Mexicali Nueva. No se confunda con el Nuevo Mexicali, cuyo nombre ya cuenta con la patente que ofrecen la popularidad y el dominio público y se encuentra en el extremo sureste de la ciudad, incluyendo Palaco y hasta el ex ejido Puebla; la "Mexicali Nueva" -destaquémosla esta vez con las comillas- ha crecido hacia el extremo sur y suroeste, a influencias del parteaguas socio-urbano-habitacional originado por los Pérez Román, las Villas del Rey.
Juanita
Quien pregunta por qué creemos que la colonia se llama como se llama es nada menos que Juanita Moncada, una maestra de educación preescolar que dedicó gran parte de su vida a los niños de la colonia y sus alrededores y cuyo nombre no solo es popular, sino ilustre, pues "Juanita Moncada Paredes" se llama la biblioteca del jardín infantil de la colonia (Xochicalco, en la mañana y Xel-Ha por la tarde), en el que laboró y en el que tienen hermosos recuerdos de ella.
Inspirada por la palabra voluntad y las otras de otras de enorme valor para la superación humana inscritas ya en la nomenclatura de este polígono, esta inquieta maestra se ha involucrado en innumerables acciones de beneficio para la colonia, por lo cual la mayoría de los vecinos la han nombrado presidenta de dos comités de vecinos, uno que tiene que coordinarse con el Gobierno federal y otro con el municipal. "Y voy por el estatal", comenta en tono que patentiza un fino buen humor.
Por lo pronto, al señalar a las damas que andan limpiando el parque infantil de la colonia, dice que se está dedicando al rescate de las áreas verdes, ya que su prioridad es integrar a las familias y para ello es necesaria la sana convivencia en ese tipo de espacios.
Preocupada por la superación de las amas de casa, muchas de ellas jóvenes madres solteras, en coordinación con las autoridades participa en un Centro de Desarrollo Humano Integral que el actual alcalde Jaime Rafael Díaz Ochoa ha establecido allí desde su primer trienio y ahora ha llevado a cabo obras de remodelación. Allí se enseñan diversos oficios y se promueve el ejercicio físico.
"No nos abandona nuestro Presidente", comenta.
Sus beneficiarias se enseñan a cortar el cabello y aprenden los secretos de las artesanías manuales como las "naturalezas muertas" -que le dan vida y color a cualquier decoración-; en fin, aprenden diversos oficios y como parte de su contribución altruista para el desarrollo de la comunidad ofrecen sus servicios gratuitos, pero una vez posicionadas ante sus modelos, luego los convierten en clientes de precarios salones de belleza en los que a veces hay "cola" para arreglarse y asistir "fashion" a la fiesta de la quinceañera, a la boda, al cumpleaños y en fin, a todos los convivios formales que no faltan porque la pobreza siempre es superada por la dignidad, la esperanza y la positiva animación.
Virginia Herrera, Carmen Ledezma, Cristina García y Elizabeth Castillo, entre otras jóvenes señoras, algunas bien maquilladas o con su corte de cabello muy actual, modelos pues, de su propio talento profesional, en su momento fueron sorprendidas en plena acción por nuestro reportero gráfico Diego Sandoval, a quien le ofrecían un corte de pelo diverso al suyo, pero él lo que deseaba intensamente (sin palabras, lo gritaba) era un refresco para disipar cualquier cosa el intenso calor y la extrema humedad que lo hacían verse carente de toalla, saliendo de los chorros de una regadera.
Es posible que en esos momentos reflexionase sobre el sustantivo "fuente" que se inscribe, como hemos dicho, en los nombres de algunas calles.
Juanita tiene un lugar especial en el que realiza juntas de trabajo para planear el desarrollo de la comunidad y allí se pueden ver múltiples fotografías, prueba patente de actividad e incluso de sus resultados, en las que aparece con personajes como el alcalde Díaz Ochoa y la diputada María del Carmen Frías.
Ahora Juanita dice que anda muy ocupada en sanear la colonia, quitando la basura aquí y allá, esperando siempre que la comunidad mejore.
Agradece mucho a los empresarios que la apoyan y a la Policía que hace muchos rondines para evitar la proliferación de la delincuencia. Pero ésta ni quién la destierre, aunque hay zonas en las que se respira seguridad.
Violento robo de vehículo
Es cierto que hay notoria presencia policíaca preventiva, pero también persiste la concurrencia de "malos" muy atrevidos; en contraparte, aparecen agentes muy eficientes y en el otro extremo ladrones "erre-ces" (rateros conocidos) de precaria inteligencia. Pero aunque en términos generales es una colonia muy unida, de pronto se dan casos de falta de solidaridad.
María de los Ángeles López, una comerciante de ropa usada que ofrece su mercancía en la avenida Fuente de Diana, ve cómo su esposo llega sumamente enojado porque, no obstante que él siempre ha apoyado a sus amigos o vecinos, ahora resulta que ninguno "tiene tiempo" de llevarlo al "corralón", para recuperar el "picapsito" que unos violentos ladrones le robaron a punta de pistola adentro mismo de su casa.
Eran rateros de precaria inteligencia que fueron detenidos por agentes eficientes.
Enseguida, también vendiendo ropa usada, en su primer día de esta actividad, doña Rosario Bejarano Chaparro, de 71 años, viuda desde hace cuatro y dependiente de una pobre pensión del IMSS, nos confiesa que no vive en la colonia, pero que allí acude a acompañar a María de los Ángeles a luchar por la vida.
Fuerte y trabajadora,
pero desempleada
Allí mismo Alicia Garduño nos refiere, por otra parte, una situación personal no muy halagüeña.
De 59 años, ofrece un aspecto y un carácter pleno de vitalidad, pero lamenta que por su edad nadie la quiere emplear.
"Piensan que voy a entrar a trabajar para jubilarme", bromea.
Pero su actitud humorística se troca en gestos de angustia ante un panorama personal que la tiene en la parte baja de la rueda de la fortuna.
No tiene casa ni comida y obtiene algunos centavos ayudando a vender ropa usada. Refiere que una hija suya le traspasó una casa, pero cuando ella regresó del sur del país -a donde fue a pasar algunos años- encontró puras ruinas. "Los malandrines destruyeron la casa", comenta. Para cualquier trabajo que se le quiera dar o determinado apoyo que se le ofrezca, da a conocer -a petición expresa de un reportero- el siguiente número telefónico: 722-611-06-18. "La 'lada' es de Toluca, pero el teléfono me lo regalaron. Necesito darlo de alta con el 686, pero también para eso se ocupa dinero...".
Una de las quejas más sobresalientes de Alicia es que los del PRD y los de Encuentro Social la utilizaron en las pasadas elecciones, ofreciéndole "el cielo y las estrellas" y un apoyo económico. "Es hora que los estoy esperando. Como no perdieron el registro ya la hicieron. ¿Volverán?"
Es entrevistada en la avenida Fuente de Diana, donde María de los Ángeles López vende ropa usada en muy buenas condiciones, que ella adquiere en "El Basurón". "A veces gano 10 pesos, a veces 15 o un poco más, pero tenemos que mantener a cuatro criaturas...".