Víacrucis por un trasplante El joven Jonathan necesita un riñón
Por Por Alejandro García Magallón, La Voz de la Frontera|18 de Febrero

Mexicali, Baja California.- Cuatro años parecerá poco en algunos casos, pero para un niño al que se le diagnostica insuficiencia renal de manera temprana, el pasar por todo ese lapso primero con una serie de diagnósticos incorrectos, ineficiencia del sistema de Salud y con condiciones familiares complicadas, se vuelven toda una eternidad.

Este es el caso de Jonathan Espinoza Peraza, que con solo una década de vida tuvo que comenzar junto con su madre Francis Selena Peraza una lucha que se prolongó por varios años (el paciente ahora tiene 14), en la que se enfrentaron a conflictos que agravaban más la situación de salud del menor de edad y que iban desgastando a la mujer, madre soltera ante el abandono del padre del paciente.

Entrevistada por LA VOZ DE LA FRONTERA, Francis relató que todo inició en el 2010, cuando su hijo comenzó con problemas para retener la orina, lo cual en un principio fue mal diagnosticado en la clínica 16 del IMSS, lugar en donde incluso fue canalizado al servicio de Psicología porque supuestamente era un problema de conducta el origen de lo que padecía.

Sin embargo, continuó, la misma psicóloga que lo atendía le recomendó realizarle a su hijo análisis clínicos porque lo que tenía era un problema en los riñones. Desesperada por el poco avance que presentaban en el Seguro Social y el avance del deterioro de la salud de su hijo menor (ya presentaba piel amarillenta para entonces), decidió acudir a una farmacia "Simi" en donde el médico encargado le mandó hacer estudios para hepatitis.

Acudió a un laboratorio privado del Centro Cívico en donde la responsable del lugar le aconsejó realizarle al niño un estudio de sus riñones, ya que le parecía ese era el problema. Sin embargo, el avance de la insuficiencia renal en Jonathan no se lo permitió debido a un ataque de convulsiones del menor le obligó a ingresarlo ese mismo día al servicio de Urgencias del IMSS, lugar donde finalmente le dieron a conocer de la enfermedad y cuyo único remedio era el trasplante de riñón.

"Fue una cubetada de agua fría ¿Cómo podía ser? Pensaba que mi hijo era demasiado joven para tener eso. En un principio no quería creerlo", contó la señora Peraza.

Pero el diagnóstico tardío solo dio pie a otros problemas igual o más graves. La entrevistada detalló que durante los siguientes cuatro años se dedicó a trasladarse de Mexicali a Ciudad Obregón, en Sonora, donde se encuentra la Unidad de Trasplantes del Seguro Social del Noroeste. Cada viaje, hasta dos por mes, se traducían en más de 2 mil pesos y cada uno de ellos fue totalmente improductivo ya que no se logró concretar nada.

Todo fue agravando debido a cuestiones familiares. El padre de Jonathan, quien iba a ser su donador abandonó a la familia después de perder el empleo y caer en el abuso de la droga conocida como "crystal". Este hecho no solo significó la pérdida del apoyo paternal, sino la del órgano que le sería trasplantado y de la afiliación al IMSS, donde se le realizaría la intervención.

Su situación como madre soltera, no tener el apoyo de sus padres (ambos fallecieron) y el recelo que mostraba otro de sus hijos que la cuestionaba por "todo el tiempo" que le dedicaba a su hermano iban empeorando el escenario.

Con todo esto a cuestas, Francis Peraza tuvo la ayuda de amistades, familiares y personas que al conocer su caso decidieron brindarle apoyo. De esta manera fue que a través del grupo de la iglesia local conoció al doctor César González Muñoz, especialista en trasplantes de la ciudad, quien le brindó facilidades para realizar el trasplante de riñón que Jonathan requería.

Ya con mucha más esperanza, todo parece indicar que a finales de febrero se podrá realizar la cirugía en el Hospital General de Mexicali (HGM), gracias a la disposición que mostraron autoridades de la Secretaría de Salud en apoyar el caso. El órgano finalmente será de la misma señora Peraza.

Sin embargo, el asunto no queda ahí, ya que aparte de lograr la cirugía se necesita un lugar higiénico y en condiciones de comodidad para una convalecencia suficientemente efectiva. Cuestión que la vivienda de la familia Peraza no tiene. Por ello la Fundación Un Trasplante para Vivir que preside el médico González Muñoz, se encuentra realizando una serie de eventos para recaudar fondos y poder reconstruir la casa.

El más cercano de estos eventos se realizará este próximo 20 de febrero, cuando se llevará a cabo una cena-baile en los jardines del club Camac y en el que están invitando a las personas interesadas a contribuir en la causa.

30 % de casos de

insuficiencia renal en BC

es en menores de 20 años

Aunque el caso de Jonathan es muy particular, no es tan fuera de lo común como se piensa. Cerca del 30% de los pacientes con insuficiencia renal en el Estado son menores de 20 años, porcentaje alto si se considera que anteriormente era mucho menor. De esta forma lo explicó César González Muñoz, especialista que se encargará del caso del joven.

Apuntó que la gran mayoría de estos pacientes son víctimas de alteraciones en la formación del cuerpo durante el embarazo. Estas complicaciones son básicamente unos tejidos que se van formando en las vías urinarias del feto y obstruyen el flujo de orina en la vejiga, lo que provoca que se produzcan infecciones reiteradamente que finalmente producen daños en el riñón, como en el caso de Jonathan.

Respecto al caso, el médico informó que para apoyar a Francis, él y el equipo de doctores que intervendrán en el trasplante regalarán su trabajo, lo que ayudará a que sea totalmente gratuita. Serán doce personas las que intervengan en la cirugía.