1992:saquen a Pemex de Mexicali
Por Carlos Lima, La Cronica|9 de Noviembre

Los residentes de Guadalajara, Jalisco, realizaban sus actividades cotidianas, como cualquier otro día. Era el 22 de abril de 1992.

Aproximadamente a las 10:00 horas, ocurrió la tragedia: El sistema de alcantarillado explotó a lo largo de unos 15 kilómetros de vialidades.

En unos minutos, una amplio sector de la ciudad quedó devastado. Las cifras oficiales tras la tragedia eran de 700 muertos, 800 heridos y 15 mil personas sin hogar.

Tras una investigación se llegó a la conclusión de que una fuga en un poliducto de Pemex que atravesaba la capital jalisciense había arrojado miles de litros al drenaje público, con los resultados devastadores.

A lo largo del País, las imágenes de la tragedia encendieron el temor de quienes vivían en zonas cercanas a instalaciones de Pemex, como terminales de almacenamiento, refinerías o poliductos.

Residentes de Mexicali no escaparon a ese temor. La terminal de recibo y distribución de Pemex estaba ubicada en el bulevar López Mateos y bulevar Lázaro Cárdenas.

Sus tanques eran abastecidos por el poliducto Rosarito-Mexicali, que atravesaba la zona Suroeste de la ciudad, para pasar por debajo del Río Nuevo y continuar por la calzada 1810, en la colonia Hidalgo.

Los tanques con millones de litros de gasolina y diésel, se ubicaban a unos cuantos metros de los habitantes de la colonia Zacatecas y al otro lado de la acera del bulevar Lázaro Cárdenas.

Habitantes de la colonia Hidalgo fueron los primeros que, ante el temor de un accidente como el de Guadalajara, empezaron a realizar manifestaciones para exigir a la paraestatal quitar las instalaciones.