Cartero, un oficio en extinción
Por Ericka Gallego, La Cronica|12 de Noviembre

Atrás quedaron los años cuando a través de una carta se comunicaban las familias, los amigos y los enamorados, cualquiera que fuera el motivo, con malas o buenas noticias recibir correspondencia era motivo de emoción para cualquier persona.

Al celebrarse hoy el Día del Cartero, así recuerda José Francisco Alonso Martínez, una de las mejores épocas de la correspondencia, quien por 20 años y a bordo de una bicicleta, entregó la correspondencia en Mexicali.

Corría el año de 1980 cuando Francisco, con 30 años de edad, fue contratado para entregar las cartas en la que fue su ruta favorita que comprendía la colonia Maestros Federales, ex ejido Coahuila y Justo Sierra.

Ahora con 60 años, instalado en una de las oficinas de recepción de correspondencia en el antiguo edificio de correos en el centro de la ciudad, Francisco recuerda, como si hubiera sido ayer, lo ajetreadas que eran aquellas mañanas cuando a cada cartero le asignaban su correspondencia.

“Primero se daba el montón a cada rumbo, luego ya las empezabas a distribuir por colonias, luego por calles y ya después las intercalabas por numeración”, compartió el cartero.

La jornada de trabajo era de ocho horas y cada uno de los carteros entregaba entre 400 y 700 cartas diarias, labor que hacían montando las bicicletas que los caracterizaban.

En tono de broma, Francisco dice que cuando él empezó ni siquiera sabía montar en bicicleta.