Black Friday: Cachanillas en busca de ofertas
Por Laura Elena Aguayo, La Voz de la Frontera|28 de Noviembre

Mexicali, Baja California.- Las bajas temperaturas imperantes en la zona y la previa organización de los comerciantes en Calexico y El Centro, California, impidieron los tradicionales tumultos y rebatingas en este Black Friday, dejando la sensación de que la afluencia a esta tradicional venta prenavideña fue menos que en años anteriores.

Sin embargo, clientes de los centros comerciales, en su mayoría residentes del lado mexicano, estuvieron estacionándose con cobijas, sillas y camastros, desde el jueves al mediodía.

La esperanza de encontrar artículos electrónicos hasta con un 70% de descuento valía la pena para dormir a la intemperie la noche del jueves, cuando las temperaturas mínimas rondaron los 5º centígrados.

Pero los desesperados clientes no tuvieron que hacer fila por horas hasta el amanecer, pues en una medida de organización y sin perder la mercadotecnia, muchos de los negocios abrieron sus puertas desde el jueves por la noche.

No obstante, muchos llegaron en plena madrugada y aun así encontraron valiosas ofertas y hasta tarjetas de regalo.

De esta manera, durante la noche del jueves y la madrugada del viernes no se observaron largas filas en la garita 1, señal de que el flujo se distribuyó desde la tarde del Día de Gracias.

Relato vivencial

Al analizar el comportamiento de otros años y con la esperanza de encontrar las ofertas del tan esperado Black Friday, ayer las tiendas en El Centro, California y Calexico no cerraron, dejando a merced de los mexicalenses las ofertas de hasta un 70% en todos los departamentos.

Esta reportera vivió en carne propia esta aventura y como si oficialmente el invierno arribara con las ventas de rebajas espectaculares, la necesidad de portar abrigo, bufanda y gorro era la vestimenta obligada por algunos aventureros que no durmieron por temor a perder la oportunidad de gastar el adelanto de su aguinaldo o el "guardadito".

Eran las 18:00 horas del jueves Día de Acción de Gracias, previo al Viernes Negro y las plazas o establecimientos comerciales ya se encontraban llenos de amas de casas, estudiantes y personas que logaron salir temprano para hacer fila a pie o en auto. Esto puso de nervios a quienes tenían la esperanza de irse temprano de sus centros de trabajo para ver qué alcanzaban, pues desde hace unos años que desde el jueves las ofertas con rebajas en productos se vienen ofreciendo, desplazando la atención de los compradores de fin de semana.

Con el sueño pesado, las manos y pies fríos, la pereza de levantarse era inmensa, como si el cuerpo se aferrara al calor de la cama, pero la mercadotecnia logró su cometido y levantó los cuerpos de cientos de personas en hogares para ir al cruce de la garita internacional I.

Con espasmos por el frío, tres capas de abrigos, bufanda, guantes, botas, calcetas largas, jeans y gorro, una servidora -al igual que miles de mexicalenses- decidió vivir la experiencia de conocer a los verdaderos adictos a las compras con café en mano por la necesidad de estar despierta e ingresar caminando al vecino país era lo mejor.

Una imagen similar a las de los videos que reproducen los noticiarios estadounidenses era lo esperado naturalmente, pero al llegar a la parada del camión para ingresar a una plaza de reciente creación, la realidad era otra: Tal parece que las personas aprovecharon el jueves y el viernes solo era eso, un día más.

Eran las 5:30 horas y aún se estaban dando tarjetas de regalo por 5 dólares en servicio al cliente. De inmediato fui por una siendo recibida amablemente por una mujer que señaló que desde las 2:00 horas del viernes se estaban regalando, 300 en total y apenas alcancé una.

La lluvia empezó a humedecer los enormes pasillos, donde esferas navideñas gigantes y música navideña hacían parecer que las compras eran parte de los festejos decembrinos, aunado al olor de las tiendas de comida que con panecillos de canela transportaban a otro escenario a los compradores, uno donde las deudas con la tarjeta de crédito no importan, pues todo es alegría y el espíritu navideño invade los comercios.

A esas horas no había filas, apenas se podía ver a alguien caminando o pagando, pues los negocios no cerraron desde el jueves y las ofertas continuaban.

¿Dónde está la lucha por las prendas, zapatos, artículos de cocina, electrodomésticos, juguetes o perfumes? 5 dólares una prenda, era lo suficientemente barato para dejar ir unos cuantos billetes, pero el dólar se estuvo vendiendo hasta en 16.70 pesos. Sin embargo, el argumento es el mismo -la calidad no es la misma- y es que a pesar de ser ofertas, los artículos pueden ser regresados en caso de requerir una talla o modelo distinto y es ahí donde en servicio al cliente lo que dicen algunos compradores hace diferente comprar en México o Estados Unidos.