Ejido Saltillo Un sueño que se volvió realidad
Por Laura Elena Aguayo, La Voz de la Frontera|30 de Noviembre

Mexicali, Baja California.- Pocas personas pueden decir que su futuro se trazó por un sueño y no precisamente por algo que despiertos idearon, sino por una premonición que en la cama mostró la oportunidad que la frontera de Baja California tenía guardada para miles de paisanos que le apostaron todos sus ahorros, manos encallecidas, piel cuarteada y bronceada a un trabajo en el campo inigualable, tan duro que sus frutos fueron grandes.

Vio el Cerro Prieto en un sueño

Francisca Pérez León de 68 años nació en el ejido Saltillo, donde a la fecha sigue residiendo por el arraigo que tiene en el valle de Mexicali, entre las herencias que su padre le dejó, una fue la más valiosa. El ver no solo con los ojos, sino con el corazón que los sueños se pueden materializar siempre que se persigan con fe.

"Mi papá se llamaba Benjamín Pérez González, nació en 1914 en Zacatecas, llegó a los 14 años al valle de Mexicali y fue uno de los pioneros del ejido Saltillo, arribó aquí derivado de un sueño que tuvo en donde vio unas tierras fértiles y que entre ellas aparecía un cerro, lo cual le causaba tentación pues dos veces lo soñó".

Platicando con un amigo, su padre sembró interés por descifrar donde se ubicaban estas tierras y descubrió que esas tierras estaban bajo el Cerro Prieto en Baja California.

"Mi padre pensó en que tenía que arriesgarse a venir desde Zacatecas, pues no había futuro en aquellas tierras, se echó una cobija al hombro y llegó por Los Algodones, donde estuvo pizcando con un amigo se enteró que se estaban llamando a personas para donarles tierras por el reparto agrario".

En un principio, don Benjamín Pérez fue a la colonia Zaragoza para solicitar una parcela, pero al tener la negativa se fue a un grupo de personas que se ubicaban en La Chinesca, de ahí le dijeron que lo reacomodarían en la colonia Independencia donde estaba el ex ejido Coahuila.

"Él comentaba que eran como unas 30 personas que no alcanzaron tierras en el lugar y fueron enviadas al ahora ejido Saltillo".

Al llegar todo estaba lleno de malezas y flora nativa, los hombres decidieron ir al ejido Guerrero donde se tenían más posibilidades de trabajo en la pizca, para después formar el primer colectivo, esto después de darse la entrega de tierras.

Su madre era joven y una mujer trabajadora, María de la Cruz León López quien como muchos conoció a su pareja en el trabajo del campo, donde ambos se empeñaban en salir adelante sin importar las adversidades, una historia de amor y lucha por la vida.

"Mi padre conoció a mi mamá, porque ella venía de Hermosillo, Sonora con mi abuela y de ahí llegaron primero a Tijuana, pero les llamaron para que se vinieran al valle a "tortear", pues los hombres estaban solos y necesitaban alguien que les hiciera tortillas", ahí dijo, fue donde se conocieron. Su padre en ese entonces tendría cerca de 30 años, pero la relación trascendió y se casaron llegando a procrear 15 hijos, de los cuales doce fueron mujeres y un hombre, sin embargo cinco varones más no lograron sobrevivir, aun así recuerda que su madre con cariño le decía a las mujeres que eran sus doce rosas, por ser el único varón el mayor.

Necesita ayuda para su hija

Necesidades en los ejidos son bastantes, pero el caso de la señora Mónica y su hija Samanta de 4 años es especial, pues requiere de una cirugía en su encía debido a una malformación con la cual nació, misma que se ha complicado con el paso del tiempo.

"Ella necesita una cirugía en su encía, para lo cual no tengo dinero pues me sale en 12 mil pesos, ando haciendo rifas, vendiendo tamales, poniendo botes en las tiendas pero aún así, no completo, pues cada infección que le tengo que curar me cuesta 1 mil pesos y ya le está llegando al hueso".

Hasta el momento la está atendiendo una médico particular, quien le indicó que necesitaba urgentemente la cirugía pues no puede comer, hablar y el dolor le impide disfrutar de su infancia.

Con la esperanza de reunir el dinero sigue trabajando, ya sea vendiendo ropa, comida o lo que pueda, por lo que en apoyo a su niña dio el teléfono (686) 211-88-53 a fin de contar con el apoyo de quien deseé lograr materializar el sueño de esta cirugía.

Cambios en las delegaciones

podrían ser para reordenar al valle

Guadalupe Pérez León, presidente del comisariado ejidal en esta comunidad declaró que los cambios que se han dado en las delegaciones del valle, podrían ser una oportunidad para cambiar las irregularidades que ha notado perjudican a los residentes de las comunidades.

"Si es para un buena reorganización está bien, porque los patrulleros de la Policía Municipal están de lado del maleante, pues al agarrar a un malhechor por 20 ó 50 pesos los sueltan. Además todas las Juntas de Mejoras trabajan para su bosillo, las mesas directivas ya no lo hacen por el ejido, no es como en un principio".

Por su parte el robo a casa habitación sigue creciendo y ve en las familias la solución a esto.

"Mientras no se fajen los padres de familia, esto va a seguir. Mientras no se deje de comprar lo robado no se va a detener esto, pues a una persona ya van tres veces que le roban los botes con ropa sucia".